Definir con precisión que películas pertenecen al género de ciencia
ficción es a menudo difícil, ya que no existe un definición universal
aceptada del género o de su género subyacente de literatura. De acuerdo
con una definición:
El cine de ciencia ficción es un género cinematográfico que
hace énfasis en la ciencia actual, extrapolable o especulativa y el
método empírico, relacionándose con un contexto social que está menos
enfatizado, pero aún presente, trascendentalismo de la magia y la religión,
en un intento de reconciliar al hombre con los desconocido
Vivian Sobchack
La ciencia ficción comporta una irrupción de lo imaginario en
lo real utilizando la ciencia como coartada de la fantasía, provocando
la transformación del verosímil en un referente tanto eminente como
pretendidamente científico que cumplirá, en ambos supuestos, un rol
mítico
Joan Bassa y Ramón Freixas
La definición asume que existe un continuo entre el empirismo (mundo
real) y el trascendentalismo (sobrenatural),
en el que el cine de ciencia ficción está en la parte del empirismo y
el cine de terror y de fantasía en el lado del
trascendentalismo. Sin embargo, existen ejemplos conocidos de películas
de ciencia ficción de terror, como Frankenstein y Alien. Y películas como Star
Wars que unen elementos típicos del género de ciencia ficción, como
naves espaciales y robots, con elementos místicos y mágicos como la Fuerza más apropiados del género de fantasía. Algunos
críticos utilizan términos como fantasía
científica para indicar la mezcla de géneros de tales películas.
El estilo visual del género de ciencia ficción se puede caracterizar
por un choque entre imágenes extrañas y familiares. Este enfrentamiento
se lleva a cabo cuando las imágenes extrañas se convierte en familiares,
como en el caso de La naranja
mecánica, donde las repeticiones del bar Korova hace a un
decorado extraño más familiar. También ocurre el proceso inverso, donde
en Dr. Strangelove, la distorsión
de los humanos hace que las imágenes familiares parezcan más extrañas.
Finalmente, puede ocurrir el caso donde las imágenes extrañas y
familiares se yuxtaponen, como en The Deadly Mantis cuando una mantis religiosa gigante escala el Monumento a Washington.
Es un género narrativo que tiene su expresión en el cine, literatura,
historietas, televisión y fotonovelas. Actualmente se encuentra
influenciado por el terror psicológico.
Una película de suspense es básicamente una historia de intriga
que se caracteriza por tener ritmo rápido, acción, héroes
ingeniosos y villanos poderosos e influyentes. Posee un relato
que tiene mayor consistencia y argumentación que otros géneros
cinematográficos y su característica es que todos los elementos propios
de un guion (personaje, antagonista, meta, conflicto, ritmo, etc.) están
al servicio de una intriga, es decir al servicio de una acción que se
ejecuta con astucia y ocultamente.
También se las conoce como de "Terror Inteligente". Se utilizan
técnicas como los cliffhanggeerss
("ganchos", "anzuelos", "garfios", "pinzas", "cadenas" para que el
público espere la próxima entrega: capítulo, episodios etc.).
Así como la función del género de Terror es
provocar un interés a través de emociones fuertes que ponen en estado de
"alerta" al público; el género suspense quiere provocar un interés a
través de la emoción, pero al mismo tiempo suma un interés de carácter
mental, entonces una película de suspense funciona en la medida de que
emociona e interesa cognitivamente al espectador.
El cine de terror toma elementos de fuentes de la literatura,
supersticiones y leyendas tradicionales, así como de temores y
pesadillas nacidos de contextos socioculturales
mucho más actuales y precisos. Por una parte, de la novela de terror, nacida en la segunda mitad del siglo
XVIII; por otra, de la tradición oral del cuento de miedo, ampliamente desarrollada
en las sociedades rurales de todas las culturas. De aquí, en último
término, surgirán los elementos y personajes básicos utilizados en las
películas de este género: los vampiros,
el hombre lobo, los monstruos,
fantasmas,
brujas, zombis, así
como las desdichadas réplicas humanas, al estilo de Frankenstein.
Otras señas de identidad del género son un uso muy particular de la
iluminación, que muchas veces tiende a inspirarse en la pintura romántica alemana del siglo
XIX, la cual se caracteriza por el recurso frecuente al claroscuro,
a los contrastes de colores y los tonos penumbrosos, efectos muy
apreciables en el cine expresionista de los primeros años (Murnau, Fritz
Lang). Los espacios o escenarios más visitados serán la noche,
cementerios, la casa abandonada, el castillo, las ruinas, el laboratorio
lúgubre, el bosque o el erial sombrío, el jardín decadente, que han
terminado conformando un catálogo de "lugares" comunes. Asimismo, nunca
debe faltar una banda sonora densa y sugerente (El
resplandor, Psicosis, Tiburón...), junto a unos
escalofriantes efectos de sonido (El exorcista, Alien, Drácula de Bram Stoker de Coppola...), efectos que en los últimos tiempos
rayan más bien en lo ensordecedor (Soy
leyenda, de 2007).
El público se siente atraído hacia este tipo de películas
precisamente por los estímulos emocionales novedosos e intensos que
recibe, es decir, lo insólito-escabroso inscrito momentáneamente en la
rutina diaria. Los efectos fisiológicos que experimenta el espectador
horrorizado en su butaca incluyen fuertes subidas de adrenalina,
con dilatación de pupilas, aceleramiento cardíaco y
respiratorio, y sudor frío, todo lo cual por lo común se cierra con un
desahogo final, en el cual, de acuerdo con el remate que haya tenido la
historia, reinará el consuelo o el desconsuelo.
El motor sensacionalista en estas películas es, en muchos casos, la
exhibición de la crueldad, humana, bestial o sobrenatural, como
representación del Mal, en cualquiera de sus muchas variantes, y esto
explica que la gran competencia comercial en esta industria haya
generado una escalada indiscriminada de contenidos truculentos en el
género a lo largo de los últimos años.
Aparte del Mal
y muy ligado a él, lo oculto o misterioso, como es lógico, define
también al cine de terror como género, y lo hace tanto en el plano
arquetípico como en su desarrollo escenográfico. Lo oculto sugerido
sirve tanto para referirse a la temática del cine de terror (lo oculto
del inconsciente criminal, lo oculto de los monstruos siempre escondidos
en las entrañas de la sociedad, lo oculto de nuestras tendencias y deseos
más inconfesables...), como a su caracterización y puesta en escena, a veces tendente, como en el suspense, a escatimar información al atribulado
personaje, información ya conocida por el público, que, impotente en su
butaca, espera angustiado acontecimientos. Otras veces se procede a la
ocultación y sugerencia a través de la exacerbación engañosa del
decorado, de la manipulación de la fotografía,
del maquillaje, etc., o por medio de la más pura y
simple privación de los elementos implicados, como en la técnica del
fuera de campo la escena terrorífica transcurre fuera del objetivo de la cámara, la
cual se centra en sus aledaños; el espectador únicamente "la escucha" o
imagina); la interposición del personaje entre la cámara y el elemento
terrorífico, etc.